miércoles, 1 de junio de 2011

El disputado voto del señor Cayo (Lara)




El plebiscito de la coalición Izquierda Unida (IU) en Extremadura pretende transmitir un soplo de "democracia real" que permita a los ciudadanos advertir que hay una formación política distinta y distante de las demás. Formular una consulta a las asambleas locales, pese a que el resultado no tenga carácter vinculante, es un ejemplo de que en política se puede invertir la pirámide estructural que sitúa en el vértice a los dirigentes, y en la base, a quienes generalmente acatan las decisiones de quienes ostentan el poder.


El 25 de noviembre de 1976, un destacado miembro del Comité del Partido Comunista de España (PCE), planteaba en una tribuna publicada en el diario EL PAÍS como requisito indispensable para que una consulta pueda aspirar a una mínima legitimidad democrática "que la pregunta o preguntas permitan una expresión libre de la opinión". IU ha planteado a sus asambleas tres opciones: apoyar la investidura del socialista Fernández Vara; apoyar la investidura del candidato socialista y entrar en su gobierno y, finalmente, permitir con la abstención un gobierno del Partido Popular (PP). Es evidente que, aunque sólo sea por una pura cuestión de equilibrio, falta preguntar a las bases por un acuerdo de gobierno PP-IU, algo nada descabellado si se tienen en cuenta los antecedentes del año 1995 que, gracias al acuerdo de ambas formaciones, permitió arrebatar la presidencia de la Asamblea de Extremadura a los socialistas.


Las preguntas planteadas por IU-Extremadura a sus bases parten con un latente defecto de forma desde el momento en que ofrecen más posibilidades de gobernar al PSOE que al PP, pues dos de las tres cuestiones formuladas inclinan la balanza a favor de los socialistas.


Las contínuas presiones del coordinador federal de IU, Cayo Lara, para evitar que el PP acceda al gobierno de Extremadura, chocan con la estructura federalista y autónoma de la coalición que él mismo dirige, pero no controla.


En 1978, Miguel Delibes publicó su novela "El disputado voto del señor Cayo", en la que triunfa la experiencia frente a la impericia; la razón frente a la irreflexión y la verdad frente al embuste. IU tiene en sus manos el futuro de una región que, independientemente de quién gobierne, reclama un cambio. Abran las ventanas, por favor.

2 comentarios:

Vicente dijo...

Difícil papeleta se le presenta a IU: si apoya al PSOE en la investidura defraudará a un cierto electorado que ha distinguido muy bien con su voto entre las opciones de izquierdas. Si por el contrario apoya con su abstención al PP volverá a recaer sobre la coalición la vieja cantinela de "la pinza". Pues en España sólo el PSOE tiene bula para pactar con la derecha como ha demostrado en la última legislatura.

Vicente dijo...

¡Qué lástima ver que todo es tan previsible!
Hoy la cadena gubernamental (la SER) ha amanecido contándonos lo contraria que es la postura de las base de IU con la promesa de su lider, Cayo Lara, de no permitir gobiernos de la derecha ni por activa ni por pasiva. Al momento se preguntan si los afiliados a IU no se sentirán defraudados con la postura de su partido. Algol contradictorio pues olvidan que son las bases las que han decidido la postura de su partido.
Y como ya advertí vuelven con la pinza "que tan malos resultados les dió en tiempos de José María Aznar" olvidando que Anguita con su "programa, programa y programa" conquistó los mejores resultados de la historia de la coalición.